¡QuĂ© rápido pasa el tiempo!
Agosto siempre ha sido un mes especial para mĂ, en mi paĂs, tenĂamos vacaciones, asĂ que tengo maravillosos recuerdos de la infancia en este mes. Además, están de cumpleaños mi mamá, mi hermano y una de mis mejores amigas. Agosto siempre representĂł eso, verano (calor y sol), playa, paseos, familia, celebraciones y amistad. Cuando emigrĂ© todo eso cambiĂł por cierto, empezando por el clima. Recuerdo que mi primer año fuera de mi paĂs, viviendo en Lima- PerĂş, estuve sumida en una profunda tristeza, me afectĂł mucho el cambio de clima, de hecho no me adaptĂ© nunca del todo, al clima de esa ciudad, además extrañaba mucho a mi gente. Ya han pasado casi ocho años, los sentimientos se aplacan, las experiencias te enseñan, las prioridades son otras y uno se adapta…
Particularmente donde
estoy ahora, me siento muy bien, tengo la oportunidad de disfrutar de un buen
clima, en general y de cielos maravillosos. Para mĂ eso es vital e influye en
mi estado de ánimo. Los agostos siguen siendo muy frĂos y diferentes a lo que
estaba acostumbrada, pero definitivamente no dejan de ser especiales. Tengo a
agosto marcado como un mes muy especial para mĂ.
Sin embargo, el agosto
del 2022, sin dejar de ser especial, me dejĂł un amargo sabor de boca y de ahĂ
hasta ahora han ocurrido ciertos eventos en mi vida que, no reprocho, pero
cuánto han dolido. Aun asĂ, hoy en retrospectiva doy la gracias porque cada
golpe, cada tristeza, cada dolor, miedo, ansiedad, depresión, estrés, soledad,
pensamiento negativo y cada caĂda, que han dejado un aprendizaje sĂşper
enriquecedor. Suena trillado, suena a pelĂcula y sĂ© que algunas veces la vida
es tan sorpresiva que difĂcilmente pueda sacarse algĂşn aprendizaje de ciertas
experiencias extremadamente dolorosas. Pero estoy convencida de que si bien no
veas el aprendizaje, con el tiempo verás algo positivo. Incluso de la muerte de
un ser querido, lo positivo, son sus recuerdos y el amor que se tuvieron,
recordar eso te hará sonreĂr y esa persona que ya no está sabrá, donde quiera
que esté que no será olvidada y que dejó un legado, porque todos dejamos un
legado. Todos enseñamos, todos aportamos algo importante, todos cumplimos
propĂłsitos, todos pasamos y dejamos nuestra huella, nada es en vano.
Hoy me abrazo, me felicito. Hice como el águila, yo misma me quitĂ© el pico, perdĂ mis plumas, mis garras, fue doloroso, me aislĂ© un poco y ahĂ renacĂ. RenacĂ porque me siento distinta a la que era hace un año, nada es igual, es mejor, desde mi punto de vista. Ha sido un placer incluso atenderme y conocerme de verdad. AsĂ que, agradezco aquel dolor, aquel golpe, aquel malestar, aquella ansiedad, aquel ataque de pánico, aquel vacĂo. Son cosas que no se van del todo, o van y vuelven, pero lo importante es ahora verlos de manera distinta, aceptarlos como parte de la vida, no rendirse y darle la vuelta a la situaciĂłn. Agradezco estar más conectada con mi centro, con mi ser, con mi cuerpo y con mis necesidades. Soy prueba viviente de que el amor propio duele mucho y tiene caminos inexplorados. Tu experiencia no será igual a la mĂa y viceversa, nunca. Pero espero leerme te sirva de algo.
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