martes, 8 de agosto de 2023

Agosto... 💙


¡Qué rápido pasa el tiempo!

Agosto siempre ha sido un mes especial para mí, en mi país, teníamos vacaciones, así que tengo maravillosos recuerdos de la infancia en este mes. Además, están de cumpleaños mi mamá, mi hermano y una de mis mejores amigas. Agosto siempre representó eso, verano (calor y sol), playa, paseos, familia, celebraciones y amistad. Cuando emigré todo eso cambió por cierto, empezando por el clima. Recuerdo que mi primer año fuera de mi país, viviendo en Lima- Perú, estuve sumida en una profunda tristeza, me afectó mucho el cambio de clima, de hecho no me adapté nunca del todo, al clima de esa ciudad, además extrañaba mucho a mi gente. Ya han pasado casi ocho años, los sentimientos se aplacan, las experiencias te enseñan, las prioridades son otras y uno se adapta…

Particularmente donde estoy ahora, me siento muy bien, tengo la oportunidad de disfrutar de un buen clima, en general y de cielos maravillosos. Para mí eso es vital e influye en mi estado de ánimo. Los agostos siguen siendo muy fríos y diferentes a lo que estaba acostumbrada, pero definitivamente no dejan de ser especiales. Tengo a agosto marcado como un mes muy especial para mí.

Sin embargo, el agosto del 2022, sin dejar de ser especial, me dejó un amargo sabor de boca y de ahí hasta ahora han ocurrido ciertos eventos en mi vida que, no reprocho, pero cuánto han dolido. Aun así, hoy en retrospectiva doy la gracias porque cada golpe, cada tristeza, cada dolor, miedo, ansiedad, depresión, estrés, soledad, pensamiento negativo y cada caída, que han dejado un aprendizaje súper enriquecedor. Suena trillado, suena a película y sé que algunas veces la vida es tan sorpresiva que difícilmente pueda sacarse algún aprendizaje de ciertas experiencias extremadamente dolorosas. Pero estoy convencida de que si bien no veas el aprendizaje, con el tiempo verás algo positivo. Incluso de la muerte de un ser querido, lo positivo, son sus recuerdos y el amor que se tuvieron, recordar eso te hará sonreír y esa persona que ya no está sabrá, donde quiera que esté que no será olvidada y que dejó un legado, porque todos dejamos un legado. Todos enseñamos, todos aportamos algo importante, todos cumplimos propósitos, todos pasamos y dejamos nuestra huella, nada es en vano.

Hoy me abrazo, me felicito. Hice como el águila, yo misma me quité el pico, perdí mis plumas, mis garras, fue doloroso, me aislé un poco y ahí renací. Renací porque me siento distinta a la que era hace un año, nada es igual, es mejor, desde mi punto de vista. Ha sido un placer incluso atenderme y conocerme de verdad. Así que, agradezco aquel dolor, aquel golpe, aquel malestar, aquella ansiedad, aquel ataque de pánico, aquel vacío. Son cosas que no se van del todo, o van y vuelven, pero lo importante es ahora verlos de manera distinta, aceptarlos como parte de la vida, no rendirse y darle la vuelta a la situación. Agradezco estar más conectada con mi centro, con mi ser, con mi cuerpo y con mis necesidades. Soy prueba viviente de que el amor propio duele mucho y tiene caminos inexplorados. Tu experiencia no será igual a la mía y viceversa, nunca. Pero espero leerme te sirva de algo.